Buenas prácticas de gestión de accesos privilegiados (PAM)
Contar con una solución de gestión de accesos privilegiados (PAM) es clave para proteger los sistemas críticos y los datos sensibles. Hoy en día, no basta con proteger el perímetro; es necesario tener control total y visibilidad sobre los usuarios con privilegios elevados y los recursos a los que acceden.
Instalar una solución PAM es solo el primer paso. Si no se aplican ciertas buenas prácticas, la empresa seguirá expuesta a posibles ataques. Para aprovechar al máximo una solución como la de WALLIX, conviene seguir una serie de recomendaciones.
Invertir en PAM sin aplicar estas buenas prácticas es, en el fondo, tirar el dinero.
¿Qué aporta una solución de PAM?
Puede que te preguntes: “¿Realmente necesito una solución de PAM si ya tengo herramientas como SIEM o IDS?” Pues sí. PAM no sustituye, sino que complementa tu infraestructura de seguridad y te ayuda a sacarle más partido.
Con una solución de PAM puedes:
- Controlar y supervisar lo que hacen los usuarios con privilegios elevados.
- Proteger las contraseñas que permiten acceder a equipos críticos, almacenándolas en una bóveda centralizada.
- Saber en todo momento quién tiene acceso a redes y sistemas sensibles.
- Corregir posibles fallos de seguridad derivados de errores humanos.
- Aplicar políticas detalladas de conexión según perfil de usuario y centralizar la gestión de proveedores externos.
- Garantizar un acceso remoto seguro, con reglas que permiten autenticar y revocar automáticamente los permisos tras un periodo definido.
- Grabar todas las sesiones desde el momento en que un proveedor accede a un sistema.
- Ver la actividad de los usuarios en tiempo real.
- Generar auditorías detalladas a partir de los metadatos y crear informes claros con información relevante.
- Grabar y reproducir las sesiones de los usuarios, de forma que se pueda asociar cada acción a una persona concreta.
Buenas prácticas de gestión de accesos privilegiados
Tanto si estás a punto de implantar PAM como si ya lo tienes en marcha, estas prácticas te ayudarán a sacarle el mayor partido.
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Identifica y prioriza los riesgos
Empieza por recopilar información sobre cómo se gestionan actualmente las cuentas con privilegios. Así podrás detectar posibles carencias en tu infraestructura de seguridad.
Es posible que no puedas centralizar todo desde el primer momento, y no pasa nada. Lo importante es empezar protegiendo los sistemas y datos más críticos y sensibles, y seguir avanzando desde ahí.
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Elimina las cuentas y contraseñas compartidas
En muchas empresas se comparten cuentas y contraseñas para simplificar la gestión. Pero esto deja una puerta abierta a ataques internos o externos. Si no sabes quién tiene acceso a qué, tu superficie de exposición es mucho mayor.
La gestión de accesos privilegiados ayuda a resolver este problema, limitando a cada persona el acceso mínimo necesario para hacer su trabajo. En lugar de usar contraseñas raíz, los usuarios se conectan a través de un Bastion, donde las contraseñas están cifradas en una bóveda central y nunca se revelan. Así, nadie puede saltarse la solución PAM conectándose directamente a un equipo o aplicación.
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Revisa los permisos
Para tener una seguridad real, todos deberían trabajar con el menor número posible de permisos. Con el tiempo, hay personas que acumulan accesos que ya no necesitan. Si sus credenciales se ven comprometidas, puede producirse una brecha de seguridad.
No se trata de confiar o no en las personas, sino de reducir riesgos innecesarios. Además, simplificar los accesos facilita la vida a los equipos de sistemas y les da una visión clara de quién puede acceder a qué.
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Automatiza las solicitudes de acceso
Al revisar los permisos, es posible que alguien se quede sin acceso a un recurso que necesita para su trabajo. Para evitar tener que gestionar todo a mano, PAM permite que las personas soliciten el acceso de forma autónoma y automática.
Los administradores pueden conceder accesos puntuales o durante un tiempo limitado, lo que ayuda a mantener el control sin frenar la productividad.
Solo debe haber una vía de acceso segura
Para que tu infraestructura sea eficaz, es importante que todos los accesos pasen por la solución PAM. Cerrar otras vías de entrada (como accesos remotos no controlados) garantiza que puedas supervisar todo lo que ocurre y mantener la trazabilidad.
Dejar abiertos otros métodos de acceso es como cerrar la puerta principal y dejar la trasera sin llave.
Refuerza la seguridad en sistemas críticos
Aunque el despliegue completo de PAM lleve tiempo, proteger los sistemas más sensibles debería ser siempre una prioridad.
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Añade medidas extra en los entornos más críticos
Además de monitorizar y registrar sesiones para auditorías, muchas empresas deciden aplicar controles adicionales en los sistemas más delicados.
Por ejemplo, podrías permitir solo accesos puntuales a estos recursos o configurar alertas que avisen al equipo de seguridad cada vez que alguien entra, para poder seguir su actividad en tiempo real.
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Monitoriza de forma continua
Es imposible que el equipo de seguridad vea en directo todo lo que hacen todos los usuarios todo el tiempo. Por eso, necesitas una herramienta que grabe todas las acciones para poder revisarlas después.
Esto resulta muy útil para investigar incidentes y para saber cómo se están usando realmente los accesos, lo que te permite mejorar las políticas y procedimientos futuros. Además, el simple hecho de saber que están siendo monitorizados hace que muchas personas se lo piensen dos veces antes de actuar mal o cometer errores.
Las trazas de auditoría inalterables facilitan las revisiones y ayudan a cumplir con los requisitos normativos.
¿Qué ofrece la solución de WALLIX?
La solución de WALLIX te permite cumplir con todas estas buenas prácticas. Incluye:
- Access Manager: punto único de acceso a todos los sistemas y datos. Los superadministradores pueden dar o quitar accesos fácilmente.
- Password Vault: bóveda centralizada donde se cifran y protegen las contraseñas, evitando que los usuarios tengan acceso directo a los sistemas más críticos.
- Session Manager: registra y monitoriza las acciones de los usuarios con privilegios elevados mediante trazas inalterables, útiles tanto para auditorías como para detectar incidentes.
Todo esto se gestiona desde una única interfaz, que se integra fácilmente con tu infraestructura de seguridad actual. Así, los equipos de IT pueden supervisar la actividad en tiempo real, detectar anomalías y cumplir con las normativas sin complicaciones.
Con WALLIX, controlar, gestionar y auditar los accesos privilegiados es mucho más sencillo.
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