Proteger cada acceso: el reto pendiente de las empresas

En un mundo en el que la transformación digital ya es la norma, proteger el acceso a la infraestructura IT ha dejado de ser una opción. Es imprescindible para mantener la actividad, cumplir con la normativa y seguir innovando. 

En los últimos años, la digitalización se ha acelerado como nunca. El teletrabajo se ha normalizado, los servicios en la nube se han multiplicado y los dispositivos móviles están por todas partes. Pero, al mismo tiempo, estos avances han disparado el número de puntos de acceso a los sistemas corporativos, y cada uno de ellos puede convertirse en la puerta de entrada para un ciberataque. 

Los atacantes no se han quedado atrás. Por ejemplo, en 2024, el sistema sanitario catalán registró 1.257 millones de incidentes informáticos, una cifra que refleja la enorme presión a la que está sometida esta infraestructura crítica. Hoy, el cibercrimen funciona como una economía perfectamente organizada, con la eficiencia de una gran empresa y la osadía de un Estado. 

Las cifras son alarmantes: en 2025, su impacto económico global se estima en 10,5 billones de dólares. Y no hablamos solo de robo de datos, sino también de paradas de actividad, fraude, robo de propiedad intelectual, sanciones regulatorias y daños a la reputación. En este contexto, proteger los accesos ya no es un asunto puramente técnico: es proteger tu negocio, a tu equipo y su futuro. 

Un nuevo paradigma en la seguridad

Ya no hablamos de seguridad perimetral. Hoy, los usuarios (ya sean personas o máquinas) son cada vez más móviles y necesitan acceder a los datos de la organización en cualquier momento y desde cualquier lugar. Los propios datos se vuelven cada vez más efímeros, almacenados en la nube, en soluciones SaaS o gestionados de forma automática para reducir costes y ganar flexibilidad.  

Esto afecta a todos los sectores, incluidos los más críticos como la sanidad, la industria o las administraciones públicas, que necesitan proteger urgentemente estos accesos para garantizar la continuidad del servicio, el cumplimiento normativo y, sobre todo, la disponibilidad de la información, que es lo que permite innovar y mantener la competitividad. 

Medidas para proteger el acceso

Para proteger el acceso a los sistemas, conviene aplicar medidas como: 

  • Autenticación multifactor (MFA) para reducir el riesgo cuando unas credenciales se ven comprometidas. 
  • Gestión del acceso remoto con tecnología actualizada, manteniendo el acceso seguro de proveedores, empleados o administradores externos. 
  • Gestión de sesiones para supervisar, registrar y auditar toda la actividad. 
  • Gestión de contraseñas que permita asegurarlas, rotarlas y eliminar contraseñas fijas. 
  • Gestión del menor privilegio, concediendo a cada usuario los permisos justos en el momento necesario y evitando así que un malware se propague dentro de la red. 

Soluciones integradas para una protección completa

WALLIX reúne todas estas medidas en una única solución: WALLIX PAM. Permite implantar rápidamente una arquitectura Zero Trust con autenticación robusta y control de acceso adaptado a cada usuario, ya sea humano o máquina, en función de la tarea que vaya a realizar y durante el tiempo estrictamente necesario (Just-In-Time). 

Es fundamental que los responsables de seguridad tengan una visión continua de lo que ocurre en la red corporativa para actuar con rapidez ante amenazas avanzadas o malware. Esto implica aplicar autenticación fuerte, controlar la elevación de privilegios, bloquear movimientos laterales, retirar derechos de administrador local, proteger cuentas, claves y certificados, y asegurar entornos de automatización y DevOps sin exponer credenciales. 

Más allá de las cuentas privilegiadas

Proteger el acceso no significa solo proteger las cuentas privilegiadas. El principio del menor privilegio debe aplicarse a todos los usuarios y dispositivos, porque cualquier empleado, en algún momento de su jornada, necesita permisos especiales para acceder a ciertos recursos internos. El reto es conceder ese acceso en el momento adecuado, con el nivel justo de privilegios y en cualquier entorno: 

  • Para todo tipo de usuarios: empleados, proveedores, socios, sistemas automáticos… 
  • En cualquier situación. 
  • Sobre cualquier recurso estratégico. 
  • Y desde cualquier dispositivo corporativo. 

La seguridad no es un destino, es un camino que recorrer cada día… y aún nos queda mucho por delante.